sábado, 16 de febrero de 2013

Tomas falsas del Principio de Arquímedes.

Cuando se hace una práctica o una demostración en clase, como la que hicieron los compañeros la semana pasada, muchas veces ignoramos el trabajo que hay detrás.
Cada práctica requiere una preparación, lo que en teatro llamaríamos los ensayos. Hoy en el blog vamos a enseñaros dos de estos ensayos que se prestó a grabarnos Rafa, profe de Cultura Clásica.
En el primer vídeo comprobaremos la fuerza que ejerce la atmósfera sobre cualquier objeto. Para ello introducimos en un matraz un algodón empapado en alcohol y lo prendemos, antes de que finalice la combustión tapamos el matraz con un huevo duro. Al consumirse todo el oxígeno del matraz que impedía que el huevo pasara, la presión atmosférica no tiene obstáculo para empujarlo dentro del matraz con un tremendo impacto como se puede apreciar en el vídeo.
En el segundo vídeo comprobaremos el Principio de Arquímedes. Sabemos que cualquier cuerpo sumergido en un fluido está sometido a un empuje que depende de la densidad del fluido. Introducimos un huevo duro en agua y al instante se hunde pero si añadimos sal al agua y removemos, éste es capaz de flotar. Lo que ha variado es la densidad del agua y por tanto el empuje que ejerce sobre el huevo.
Por esta misma razón es imposible hundirse de manera natural en el Mar Muerto, este lago tiene una densidad de 1.240 kg/m3 frente a 1.027 kg/m³ la del mar y  es once veces más salado que el océano, con esta salinidad tan solo un crustáceo, la artemia, es capaz de vivir en él. Sin embargo, no es el lago más salado de la Tierra, ya que lo superan el lago Assal en Yibuti y ciertos lagos antárticos.


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